10 de agosto de 2015

CIRCULO VICIOSO



Sucede que un cuerpo de mujer es un todo y el hombre ante su impotencia testosterónica reduce su gusto por la natural belleza femenina a la simpleza en preguntarse qué parte del cuerpo femenino le gusta más; quizá se puede hablar con cierta singularidad de cuatro o cinco, pero francamente tengo mis dudas acerca de si es esa, la respuesta correcta. Ese hombre que realmente lo sepa leer -ojalá en Braille- sabrá que una parte sin la otra no son nada, una cima, complementa a una sima y así se van juntitas a buscar un valle, un monte o una laguna, es en el cuerpo femenino en dónde se puede unir lo fecundo con lo etéreo, lo más alto con el confín de las profundidades, el cielo y el abismo, todo al mismo tiempo para volver a comenzar como el mejor de los círculos viciosos. Porque la gran particularidad de la redondez en las curvas de un cuerpo de mujer, radica en que cualquier lugar que pareciera ser el fin, es en realidad un principio.


Qué sería de la prominencia de las tetas sino existiera el entreseno, la cadera dejaría de ser cadencia sin una cintura que la anteceda, un tobillo no sería sino un punto de apoyo si no pudiera ser definido gracias a la pantorrilla, qué sería del sacro arco del culo sin la curvatura de la parte baja de la espalda, qué sería del monte más famoso del mundo -el monte de venus- si ella dejara de ser venus y sin un clítoris que lo magnifique. Y qué sería de todo lo anterior sin tu mirada coqueta y esa sonrisa que los propone, sin esa suavidad y el sabor de tu piel caramelo que los realza, no son nada sin ese olor a hembra que los complementa.


Sucede que un cuerpo de mujer en general es una tentación y sin esa esencia que la hace particularmente ella vendría siendo algo así como la antimateria, por más que la materia y la energía jamás se pierdan si una mujer no es capaz de administrar su belleza con inteligencia está destinada a ser un simple polvo. Es que la lógica es muy sencilla: Si una mujer es tremendamente linda, encanta; si es terriblemente sensual, excita; pero si es demasiado inteligente, irremediablemente te enamora y es ahí cuando cualquiera que pueda llegar a ser la parte más linda, carece de total importancia
.


Limitar un cuerpo dentro de una lógica adaptativa coherente es imposible, porque el cuerpo femenino es quizá una idea tan irracional que por eso morimos por ellas; t
eniendo ahora poco menos dudas creo que no hay una concepción cualitativa, ni mucho menos cuantitativa para alguna clase de respuesta porque definitivamente un cuerpo de mujer lo es todo y es nada, es nada cuando lo miras y mueres en deseos por hacerle el amor y lo es todo cuando eres capaz de mirarla a los ojos sin importarte curva alguna y decir: "Mujer, sí que eres bella". E igual morir.




La vida muchas veces pierde su forma, 
sólo basta con elevar los ojos hacia esa mujer
y despertar del letargo
y ahondar entre sus senos
y aherrojarme entre sus piernas
y así por fin
descubrir su cuerpo etéreo de la desnudez
de esa terrenal que ya no fue jamás
y ver su cuerpo de mujer
para sentirme vivo de nuevo.




Sexvolución.

1 comentario:

  1. Acabo de llegar a usted, incluso ya sé quien es y eso lo hace mas interesante. Dejeme decirle señor Sexvolucion que en sus escritos hay tanta palabras al viento como palabras interesantes. A veces sexual, a veces filosofo. Como aun no sé de qué lado hacerme, me quedo con los dos.

    ResponderBorrar